Moll: “La regulación del mercado del arte implica a muchos sectores del ordenamiento jurídico”
Luis Moll es el presidente de la Sección de Derecho del Arte y nos habla en esta entrevista de los objetivos y retos que se ha marcado la sección en esta primera fase.
¿Cuáles son las potencialidades de la sección?
La sección atañe a un campo como es el del derecho y el arte sobre el que por un lado hay escasa investigación y publicaciones y por otro existe bastante falta de especialización. España es además un país singular por su patrimonio artístico y por su abundancia de autores reconocida en todo el mundo.
El sector del arte y las antigüedades, es uno de los mercados más interesantes.
¿Tenéis algún proyecto en marcha?
Actualmente los proyectos pasan por la realización de una jornada monográfica y coadyuvar en el próximo congreso del Consejo superior de Letrados sobre protección del Patrimonio.
¿Qué os gustaría aportarle a la sociedad, o a colectivos profesionales concretos, con vuestro trabajo?
La regulación del mercado del arte implica muchos sectores del ordenamiento jurídico, como son el mercantil civil, respecto de los diferentes negocios que se llevan a cabo sobre las obras de arte, el fiscal indudablemente, o el administrativo respecto de la protección que goza el patrimonio español o el tránsito internacional de obras de arte. Por otro lado también implica al derecho penal que regula los ilícitos sobre las obras, que muchas veces dan lugar a historias merecedoras de la atención por la prensa; el internacional y un largo etcétera que pasa por el derecho constitucional o la distribución de competencias Estado – Comunidades Autónomas.
La especialización de las personas que componen la sección aspira a abordar todas estas cuestiones desde un punto de vista multidisciplinar y completo.
¿Está bien reguladas las obras de arte en nuestro país? ¿Qué mejoraríais o qué pasos quedan por dar?
Desde hace tiempo que existen propuestas para modificar la vigente ley de Patrimonio. Qué duda cabe que debería acometerse una regulación del mecenazgo, y también me aventuro a una reforma fiscal que premie a las personas que con su esfuerzo, conocimiento y dedicación conservan y promueven el patrimonio aún en manos privadas.
Así mismo, debe abordarse el sistema impositivo cuando se adquieren obras de arte en el extranjero que son españolas y que regresan a nuestro país.