La Corporación Académica: el papel de la sociedad civil
Los Letrados de Gobierno de CCAA, con las distintas denominaciones que las legislaciones atribuyen a los Cuerpos o Escalas que prestan servicios de asesoramiento, representación y defensa del Gobierno y Administración de las CCAA somos, en el universo de las profesiones jurídicas, un colectivo necesariamente joven. La razón no es otra que su intrínseca vinculación al nacimiento del Estado autonómico y a su sucesiva consolidación como modelo territorial de ejercicio de los poderes públicos, de modo que no es hasta fechas relativamente recientes cuando se produce una clara delimitación de sus funciones y atribuciones que hagan reconocible la profesión en el contexto jurídico.
En este marco, se hacía necesario que quienes formamos parte de este colectivo, abordáramos con seriedad la labor de verter en la sociedad, más allá de la función pública, el caudal de conocimientos que nuestro trabajo diario conlleva, de modo que pueda ser susceptible de transformarse en obras literarias, actividades de formación, generación de opinión y un largo etcétera. Para esta labor, resulta imprescindible no caminar solo. Si es necesario detectar aquello que de bueno pueda existir en un conjunto de personas para ponerlo en valor, no lo es menos reconocer que el tránsito exige acompañarse de otros actores que puedan contribuir a que la labor emprendida resulte exitosa. Es así como nace la Corporación, como un lugar de encuentro que, si bien se concibe al amparo de los Letrados de Gobierno de CCAA, tiene como rasgo característico la presencia de otras profesiones jurídicas del ámbito público y privado, así como de otras ramas del saber.
Para esta apasionante empresa, hemos creído que podría resultar adecuado tratar de ir compartimentando ámbitos que permitieran abordar esta tarea de una manera ordenada y acorde con las singularidades de cada uno. De este modo, son varias las Secciones Científicas que componen a día de hoy la Corporación (Compliance en el Sector Público; Derecho y Arte; Asuntos Públicos y Regulación; Derecho y Tecnología; Derecho Administrativo económico; y Derecho de la Energía) en la que se integran juristas, pero también ingenieros, médicos y filósofos. Hombres y mujeres que, al margen de su ejercicio profesional, participan de modo desinteresado en los trabajos de las Secciones con el único fin alimentar su vocación de prestar un servicio en la sociedad.
Los caminos que han seguido las distintas Secciones para llevar a efecto sus objetivos singulares están siendo heterogéneos. La propia materia objeto de estudio, además del perfil de sus integrantes, exige un enfoque diverso, optando por actividades de tipo divulgativo, la producción de literatura científica o la labor académica formativa.
La Corporación, en definitiva, es un instrumento al servicio de la sociedad, en el que quienes sientan algún tipo de inquietud intelectual seguro que puede encontrar acomodo. A este respecto, ya son varias las instituciones públicas y privadas que han visto en nuestra organización el lugar donde canalizar diversos fines de responsabilidad social, toda vez que la ausencia de ánimo de lucro y la naturaleza de sus miembros, garantizan la consecución de fines de interés general.
Nuestro país necesita una sociedad civil fuerte, apoyada en hombres y mujeres que busquen el bien común, pero apoyada en organizaciones que sean vehículo para su obtención. La Corporación Académica pretende contribuir en esa noble labor. Tenemos a las personas que pueden ayudar a conseguirlo.